Sustentabilidad

Las Olas de Calor: Un Peligro Silente para la Salud Mental y Suicidios

Las Olas de Calor: Un Peligro Silente para la Salud Mental y Suicidios

Cuando hablamos de olas de calor, es común pensar en imágenes de verano con temperaturas extremadamente altas y las precauciones que se deben tomar para evitar golpes de calor o deshidratación. Sin embargo, poco se habla del impacto que tienen las olas de calor en la salud mental de las personas. Y es que más allá del bochorno y el agotamiento físico, existen investigaciones que vinculan estos fenómenos con un aumento en las tasas de suicidio.

Estudios Revelan la Alarmante Conexión

Recientes investigaciones han arrojado luz sobre un aspecto del que se habla poco en relación a las olas de calor: su impacto en la salud mental. Las alarmantes temperaturas que se han registrado, como las que superan los 46°C en algunas ciudades de España, no solo afectan nuestro bienestar físico. Un estudio publicado en Scientific Reports demostró una correlación entre las olas de calor y el aumento en las tasas de suicidio.

El equipo de investigadores, provenientes de renombradas instituciones como el University College de Londres y el Instituto de Ciencias Ambientales de la Universidad de Ginebra, analizó datos de 60 países entre 1979 y 2016. El resultado fue contundente: en aquellos países que experimentaron una ola de calor, los suicidios aumentaron en un 3.5%.

¿Quiénes son más vulnerables?

Aunque las cifras son preocupantes en sí mismas, hay grupos que resultan ser más vulnerables. Las mujeres y los jóvenes parecen ser los más afectados por las altas temperaturas. ¿La razón? Las mujeres son diagnosticadas con problemas de salud mental con mayor frecuencia.

Por otro lado, el grupo de personas entre 5 y 24 años de edad presentó cifras más altas en relación con suicidios y condiciones climáticas extremas. Este grupo de edad es especialmente susceptible debido a que su cerebro y sistema nervioso están aún en desarrollo.

Humedad: Una amenaza igual de peligrosa

Pero las altas temperaturas no son el único factor climático que afecta nuestra salud mental. La humedad también juega un papel crucial. Los datos revelan que, en ciertos países, el aumento de la humedad relativa puede incrementar las tasas de suicidio hasta en un 5.3% en mujeres.

Medicamentos y termorregulación

No se puede pasar por alto la conexión entre algunos medicamentos y su relación con la capacidad del cuerpo para adaptarse a temperaturas extremas. Algunos fármacos utilizados para tratar la depresión, esquizofrenia, y otros trastornos mentales pueden alterar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura. Esto significa que las personas que están bajo estos tratamientos podrían ser aún más vulnerables durante una ola de calor.

El clima y su impacto en nuestra salud es un tema que va más allá de las simples recomendaciones de hidratarse y evitar la exposición directa al sol. El aumento en las tasas de suicidio relacionado con las olas de calor nos muestra que es imperativo abordar la problemática desde un enfoque integral, que incluya no solo la salud física, sino también la mental.

A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes y severas debido al cambio climático, es esencial que tanto las autoridades como la sociedad en general estén informadas y tomen medidas para proteger a los más vulnerables. Estos descubrimientos son un llamado a la acción para instituciones, profesionales de la salud y comunidades. Es tiempo de mirar más allá del termómetro y prestar atención a las señales que, en silencio, pueden estar clamando por ayuda.