Kiyoshi Kuromiya ¿Quién es?

Kiyoshi Kuromiya ¿Quién es?

General 19/08/2023 Pablo Mort Pablo Mort
Kiyoshi Kuromiya
Kiyoshi Kuromiya ¿Quién es?

Kiyoshi Kuromiya ¿Quién es?

Kiyoshi Kuromiya fue unos de los activistas más importantes del último tiempo. Conoce quién es y su importante obra.

A lo largo de la historia de la humanidad, nos encontramos con figuras extraordinarias cuyas vidas y contribuciones han dejado una huella profunda y duradera en la sociedad en la que vivieron. 

Estos individuos excepcionales no solo fueron testigos de su época, sino que también moldearon activamente el curso de los acontecimientos y las mentalidades de su tiempo. A través de sus intensas vidas y sus fructíferas obras, trascendieron las limitaciones de su era para convertirse en faros de inspiración y agentes de cambio positivo. 

Este es el caso de Kiyoshi Kuromiya…  ¿Te imaginas nacer en un campo de concentración y luego convertirte en una voz resonante para la liberación y la igualdad?

Pues bien, a pesar de enfrentar innumerables obstáculos, Kiyoshi Kuromiya es una figura que marcó un profundo impacto en la historia del activismo social y la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. 

Aunque vivió en una época llena de adversidades, Kuromiya dedicó su vida a la promoción de la igualdad y la justicia para todos. 

En Magia Digital, nos adentraremos en el fascinante recorrido de la vida y el impactante legado de Kiyoshi Kuromiya. A lo largo de este viaje, exploraremos su trayectoria desde el momento de su nacimiento hasta su destacada carrera como activista, haciendo hincapié en sus valiosas contribuciones en la incansable lucha contra la discriminación y la injusticia que marcaron la historia de su tiempo.

Kiyoshi Kuromiya: un nacimiento difícil 

Kiyoshi Kuromiya nació el 9 de mayo de 1943, en Heart Mountain, Wyoming. Su nacimiento tuvo lugar en un momento crítico de la historia de los Estados Unidos: la Segunda Guerra Mundial y el período de internamiento de los japoneses-americanos.

Kuromiya era descendiente de japoneses y pertenecía a una familia que, como muchas otras en ese momento, fue afectada por las políticas de internamiento forzado promulgadas por el gobierno de los Estados Unidos durante la guerra. 

¿Qué significa lo anterior? El presidente Roosevelt creía que cualquier persona de ascendencia japonesa que viviera en Estados Unidos en ese momento tenía cierta lealtad innata hacia el emperador japonés. En respuesta, un grupo de 120.000 personas fueron sacadas de sus hogares y colocadas en campos de internamiento (eufemismo para no denominarlos “campos de concentración”) a lo largo de la costa oeste.

Heart Mountain, donde Kuromiya nació, era uno de estos campos.

Si bien Kuromiya declaró, en una entrevista realizada el 17 de junio de 1997 por Marc Stein, que “no recuerda nada sobre Heart Mountain”, el contexto trágico de su nacimiento solo hizo moldear su perspectiva y su compromiso con la lucha contra la discriminación y la defensa de los derechos civiles a lo largo de su vida.

 

Kiyoshi Kuromiya: joven activista

A la edad de dos años, su familia se mudó a Monrovia, California. Kiyoshi Kuromiya era un niño inteligente y muy consciente de sus sentimientos e intenciones. 

Tanto así que se identificó desde muy temprano como queer. De hecho, él mismo declaró que “creo que, en los primeros días de mi crecimiento, supongo que me di cuenta de que era gay. Sin saber qué era, pero me di cuenta a los siete, ocho, nueve años. Había madurado bastante temprano”. 

Permaneció en la costa oeste hasta cuando se mudó a través del país para asistir a la Universidad de Pensilvania en Filadelfia. kiyoshi-kuromiya

Allí tuvo un despertar político.

Desde los bancos de la Universidad, en 1960, Kiyoshi no tardó en levantar su voz. Se convirtió en miembro del SDS, o “Estudiantes por una Sociedad Democrática”, y desarrolló su talento y creatividad para atraer la atención sobre sus causas. 

Un poco más tarde, se asoció con el movimiento contra la Guerra Fría, oponiéndose con toda su voluntad a la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam. Su condición de “objetor de conciencia” era peligroso. En esta etapa de su vida, la posibilidad de ir a prisión por defender sus creencias era real.

Pero Kuromiya no bajó los brazos. Es más, para llamar la atención sobre el uso de napalm en Vietnam, organizó un evento en el que amenazaron a un perro con quemarlo vivo en las escaleras de la biblioteca de Penn. Cuando miles de personas se presentaron, vieron el mensaje de Kuromiya: "Felicitaciones por su protesta contra el napalm. Salvaron la vida de un perro. Ahora, ¿qué tal si salvamos las vidas de decenas de miles de personas en Vietnam?".

Sus métodos creativos de protesta no violenta no siempre fueron apreciados, especialmente en Selma cuando fue brutalmente golpeado por la policía estatal de Alabama (tuvo que recibir 20 puntos en la cabeza). ¿Qué hizo? Kuromiya encabezaba un grupo de estudiantes de secundaria en una marcha hacia el edificio del capitolio estatal en Montgomery el 13 de marzo de 1965.

En un perfil de la revista Life, Kuromiya describió su experiencia: “yo estaba en el Sur durante la primavera y el verano de 1965... Marchamos y me golpearon y me hospitalizaron”.

Pero sus intervenciones no terminaron. ¿Te imaginas hacer levitar un edificio? En 1967, Kuromiya, junto con Abbie Hoffman, lideró una protesta creativa, uniendo manos alrededor del Pentágono. Cuando no logró su objetivo, Kiyoshi se unió a otros activistas en la toma y quema de barricadas policiales, creando fogatas a lo largo del área que rodea El Pentágono.

Sin embargo, su lucha no se detuvo allí.

El activismo de Kuromiya se extendió más allá de las protestas; participó activamente en la organización y coordinación de eventos - se unió a las sentadas del Congreso de Igualdad Racial (CORE) en Maryland- y a menudo utilizó sus habilidades como diseñador gráfico y fotógrafo para amplificar el mensaje del movimiento.

Su compromiso con la igualdad lo llevó a estar junto a Martin Luther King Jr. en su histórico discurso "Tengo un sueño", marcando así un punto de inflexión en su carrera como activista. De hecho, era tan cercana su relación que, durante una semana después del asesinato de King en 1968, fue cuidador de sus hijos: Martin Jr. y Dexter.

Kiyoshi Kuromiya: la “Liberación Gay”

Otro hecho habría marcado la vida de Kiyoshi: los disturbios de Stonewall en 1969. 

¿De qué se trató? Una redada policial en el Stonewall Inn -bar frecuentado por personas LGBTQ+- desencadenó una serie de disturbios. En lugar de someterse pasivamente, como había sucedido en intervenciones anteriores, las personas presentes en el bar, incluidos lesbianas, gays, bisexuales y transexuales, así como drag queens y otros miembros de la comunidad LGBTQ+, se resistieron activamente a la policía.

Los disturbios se extendieron durante varias noches y resultaron en enfrentamientos violentos entre la comunidad LGBTQ+ y los uniformados. Se arrojaron objetos, se incendiaron barricadas y se hicieron llamados a la igualdad y al fin de la persecución policial.kiyoshi-kuromiya activismo

El reconocimiento temprano del carácter queer de Kiyoshi Kuromiya lo llevó a involucrarse igualmente temprano en el activismo. Después de los disturbios de Stonewall, trabajó con una variedad de grupos antes de encabezar el Frente de Liberación Gay, grupo nacido en la ciudad de Nueva York.

Pero eso no es todo: también se desempeñó como delegado gay del movimiento Panteras Negras - influyente organización política y activista afroamericana-, así como asistente de Martin Luther King Jr. a lo largo de sus diversas campañas.

Su activismo por el reconocimiento del movimiento LGBTQ+ tuvo una particularidad: se esforzó, como descendiente japonés, de incluir a personas de distintos orígenes. Así lo manifestó Kiyoshi Kuromiya: 

“(…) cuando se formó el Frente de Liberación Gay en 1969, estábamos particularmente orgullosos porque teníamos una proporción significativa de afroamericanos, latinos, y asiáticos. Quiero decir que éramos un grupo pequeño, una docena o tal vez dos docenas de personas como máximo. Pero teníamos más de un asiático. La madre de Lee Claflin es japonesa. Teníamos ministros, ministros de iglesias negras en nuestro grupo. Nos encontraríamos. En realidad, somos anteriores a South Street”.

El esfuerzo por lograr el reconocimiento de las identidades queer en personas de color sigue siendo una lucha vigente en la comunidad LGBTQ+ en la actualidad. 

Según Kuromiya, aunque se intentó involucrar a más mujeres en el Frente de Liberación Gay, muchas de ellas experimentaron incomodidad en un entorno que estaba fuertemente dominado por hombres. 

No obstante, esta barrera en la inclusión no detuvo a Kuromiya en su determinación de avanzar en la causa de lograr que el movimiento por los derechos queer sea más diverso e inclusivo.

Kiyoshi Kuromiya: su intensa lucha contra el SIDA

Una de las contribuciones más importantes de Kuromiya fue su participación en la lucha contra el VIH/SIDA una vez que la epidemia azotó a Estados Unidos y a mundo.  

A principios de la década de 1980, estableció el Proyecto Critical Path AIDS, que brindó apoyo y recursos esenciales a las personas afectadas por la enfermedad. Su trabajo incluyó la distribución de materiales educativos, la organización de grupos de apoyo y la promoción de una mejor atención médica para quienes viven con VIH/SIDA.

Kiyoshi se destacó principalmente por su participación en ACT UP (organización conocida como la “Coalición contra el Sida para Desatar el Poder”). Allí desempeñó un papel fundamental:  fue el fundador de la sección local de esta organización en Filadelfia. 

Kiyoshi-Kuromiya-con la organización Act-Up

Sin embargo, su compromiso con la causa se intensificó después de recibir un diagnóstico de VIH en 1989.

Bajo el lema “La información es poder”, profundizó en el estudio de los temas relacionados con el VIH/SIDA. Su experiencia acumulada en la materia le entregó la potestad para participar en paneles sobre terapias alternativas en los Institutos Nacionales de Salud.

Uno de sus logros notables fue la creación de las Normas de Atención de ACT UP, que marcaron un hito al ser las primeras pautas elaboradas por personas con VIH para quienes enfrentaban esta enfermedad.

Además de su trabajo con ACT UP, Kuromiya fundó el boletín Critical Path, que distribuyó ampliamente tanto a nivel nacional como internacional, llegando incluso a personas encarceladas que carecían de acceso a información sobre el VIH. A medida que avanzaba en su misión, transformó el boletín Critical Path en uno de los primeros sitios web sobre el tratamiento del VIH, que ofrecía información actualizada sobre el VIH/SIDA.

Esta plataforma en línea se convirtió en el punto de partida para el proyecto Critical Path AIDS, a través del cual Kuromiya operaba una línea telefónica de asistencia las 24 horas del día para cualquier persona que buscara orientación. Además, proporcionaba acceso gratuito a Internet a cientos de personas que vivían con VIH en Filadelfia. 

Su trabajo incansable contribuyó significativamente a la difusión de información y apoyo en la lucha contra el VIH/SIDA a tal grado que, en un perfil del Philadelphia Inquirer de 1994, el periódico lo describió como “el profano más informado de la ciudad sobre el VIH”.

En la actualidad, el uso de la marihuana medicinal se ha vuelto común, pero ya en la década de 1990, Kuromiya luchó contra el gobierno por su legalización. Su demanda, “Kuromiya contra los Estados Unidos de América”, llegó ante la Corte Suprema donde defendió la legalización de la marihuana para uso médico por parte de personas con SIDA.

Ahora bien, no fue su único enfrentamiento con los tribunales estadounidenses. Además de su labor en la protección de personas afectadas por el VIH/SIDA, se comprometió en la defensa de la información vital contra la censura en línea, en un momento en que fuerzas conservadoras y anti-LGBTQ+ buscaban precisamente eso.

En 1996, participó en un caso legal que condujo a la anulación de partes de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, la cual tenía como objetivo bloquear contenido "evidentemente ofensivo" en Internet. 

En su testimonio, Kuromiya argumentó que esta ley podría llevar a la censura de información sexual necesaria para combatir la propagación del VIH/SIDA. Expresó a un panel de jueces federales: “no sé qué significa 'claramente ofensivo' en términos de proporcionar información que puede salvar vidas a personas con SIDA, incluidos los adolescentes”.

Kuromiya también se hizo cargo de pacientes con SIDA. “En los días previos a que existiera realmente algún tratamiento, [él] estaba haciendo de forma ad hoc lo que ahora llamaríamos cuidados paliativos”, expresó Jane Shull, directora ejecutiva de Philadelphia FIGHT, quien conoció a Kuromiya en una reunión de ACT UP a finales de Década de 1980.

Kiyoshi Kuromiya regresa a su origen 

En 1983, Kuromiya hizo una visita al campo de reubicación de Heart Mountain, acompañado por su madre. Esta experiencia dejó una profunda impresión en él y se convirtió en un momento formativo en su vida como activista.

En la década de 1970, Kuromiya triunfó sobre un cáncer de pulmón y, poco después, forjó una profunda amistad con el visionario tecnológico Buckminster Fuller. Juntos, emprendieron un periplo que los llevó por todo el país y se extendió durante cinco años culminando de manera lamentable con el fallecimiento de Fuller en 1983.

A lo largo de esta fructífera colaboración, Kuromiya no solo contribuyó a los últimos cinco libros de Fuller, sino que también asumió la valiente actividad de completar el último trabajo de Fuller de manera póstuma, tarea que concluyó en 1992.

Su amistad con Fuller y su trabajo en "Critical Path" - una obra en la que Fuller presenta sus ideas y teorías sobre la evolución de la humanidad y cómo la sociedad puede abordar los desafíos globales y avanzar hacia un futuro sostenible- demuestran la increíble versatilidad y profundidad de su mente (tiempo más tarde, él mismo se consideraba el “Forrest Gump del activismo” porque estuvo involucrado en muchos movimientos diferentes). 

¿Sabías que Kuromiya también fue un jugador de Scrabble de rango nacional? Su vida estuvo llena de facetas sorprendentes.

Kiyoshi Kuromiya: homenajes y reconocimiento

El activista y archivero Tommi Avicolli Mecca, quien mantenía una estrecha amistad con Kuromiya, proporcionó una breve pero elocuente síntesis del legado de este último. 

Avicolli Mecca afirmó: “Kiyoshi fue un activista de toda la vida que vio la interseccionalidad de los problemas, cofundó el GLF de Filadelfia, viajó al sur en los viajes por la libertad, marchó con King en Selma, se opuso a la guerra de Vietnam y a todas las guerras y, por supuesto, luchó contra el SIDA en los años 80 y 90”.

Avicolli Mecca, por su parte, también destacó que la labor de Kuromiya era extensa, abarcadora y arraigada en la perspectiva queer: “Kiyoshi no trataba de asimilarse a la cultura heterosexual dominante. Se trataba de cambiar un sistema que oprime a tanta gente, que antepone las ganancias a las necesidades humanas. Ese siempre será su legado”.

En junio de 2019, Kiyoshi Kuromiya recibió el honor de ser uno de los cincuenta "pioneros, líderes y héroes" estadounidenses destacados en el Muro de Honor Nacional LGBTQ, ubicado dentro del Monumento Nacional Stonewall en el histórico Stonewall Inn de la ciudad de Nueva York. 

Hay que destacar que el Monumento Nacional Stonewall se convirtió en el primer monumento nacional de Estados Unidos dedicado a los derechos y la historia LGBTQ, lo cual resalta aún más la trascendencia de la contribución de Kuromiya a la lucha por la igualdad.

Pero eso no es todo: la ciudad de San Francisco honró a Kiyoshi en la Caminata de Honor del Arco Iris en 2018. A pesar de las adversidades, como sobrevivir al cáncer de pulmón en la década de 1970 y luchar contra el VIH/SIDA, Kuromiya dejó un legado imborrable en la historia de la lucha por los derechos civiles y la justicia social.

Aunque sus logros fueron muchos, dentro de su activismo por la paz y los derechos de las minorías, podemos destacar los siguientes:

  • Fue uno de los organizadores de la Marcha de Washington por la Libertad de Expresión en 1969.
  • Fue uno de los primeros estadounidenses en ser diagnosticados con VIH/SIDA.
  • Fundó el Proyecto de Información del VIH/SIDA (AIDS Information Project).
  • Cofundó la Alianza de Activistas por la Salud (Health Activist Alliance).
  • Se convirtió en un símbolo de la lucha contra el SIDA y los derechos de las personas con VIH/SIDA.

El activismo -la participación y comprometida de individuos o grupos en la promoción de causas, ideas o cambios sociales y políticos específicos- es un componente esencial de la democracia y un motor de cambio social positivo. 

A lo largo de la historia, ha demostrado su capacidad para desafiar la injusticia, promover la equidad y dar voz a los que no la tienen. En un mundo en constante evolución, el activismo sigue siendo un medio valioso para mejorar la sociedad y construir un futuro más justo y equitativo.

Pero Kiyoshi Kuromiya trasciende la mera etiqueta de activista para convertirse en un ícono inolvidable de resistencia, valentía y perseverancia. Su vida y obra perduran como un recordatorio constante de la incansable lucha por un mundo más justo e igualitario. 

 Kiyoshi-Kuromiya-con sus amigos

Aunque nos dejó un 10 de mayo de 2000, tan solo un día después de celebrar su cumpleaños, a la edad de 57 años, su legado sigue irradiando inspiración a lo largo del tiempo y a través de las generaciones que han venido después de él.

 Kuromiya no solo enfrentó los desafíos y las adversidades propias de su tiempo, sino que también se convirtió en un faro de esperanza y cambio en medio de una sociedad que, en ocasiones, parecía estar en contra de la justicia y la igualdad. Su dedicación incansable a causas que abarcaban desde la lucha contra el VIH/SIDA hasta la defensa de los derechos civiles y la promoción de la igualdad de género, dejó una huella indeleble en la conciencia colectiva.

 Su partida física puede haber sido un momento de profunda pérdida, pero su espíritu sigue ardiendo con fuerza en la memoria de quienes lo conocieron y en aquellos que han aprendido sobre su vida. 

 Kiyoshi Kuromiya nos recuerda que, incluso en medio de los obstáculos más desafiantes, un individuo comprometido puede cambiar el curso de la historia y dejar un legado duradero que ilumina el camino hacia un futuro más equitativo y compasivo para todos. Su historia es un testimonio perdurable de la capacidad del ser humano para resistir, inspirar y trascender a través de su lucha por un mundo mejor.

 

Y tú, ¿qué harás para marcar la diferencia?

 

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