Abuela Gamer: Un Fenómeno Digital Que Desafía Edades
Abuela Gamer: Un Fenómeno Digital Que Desafía Edades
En un mundo donde los videojuegos son vistos predominantemente como el pasatiempo de los jóvenes, surge una figura que rompe con todos los estereotipos: Hamako Mori, más conocida como la «Gaming Grandma». A sus 90 años, Hamako no solo ha conquistado el corazón de los gamers, sino que también ha desafiado las normas de lo que significa ser un jugador en la era digital.
Todo comenzó hace 39 años para Hamako, cuando su curiosidad fue despertada al ver a los niños disfrutar de los videojuegos. «Parecía muy divertido y pensé que no sería justo que solo lo jugaran los niños», expresó Hamako. Esta sencilla motivación la llevó a un viaje que cambiaría su vida. Desde entonces, Hamako ha sido una apasionada jugadora, comenzando su aventura con la consola «Cassette Vision» y manteniendo una colección impresionante de consolas y juegos a lo largo de los años.
Para Hamako, los videojuegos son más que un pasatiempo; son cápsulas del tiempo que albergan memorias preciosas. «Los atesoro porque me traen recuerdos», dice con afecto.
La Evolución de la Abuela Gamer
Aunque inicialmente reticente a los juegos modernos, Hamako encontró un nuevo amor en la PlayStation 4 y los juegos de acción. «Los juegos de acción recientes son visualmente espectaculares y a menudo utilizan actores como personajes», comenta. Esta fascinación la llevó a disfrutar de títulos como Grand Theft Auto V, un juego que aprecia por su narrativa cinematográfica y restricciones de edad que lo diferencian de los juegos para niños.
Hamako Mori: La YouTuber de Juegos más Antigua
La razón por la que Hamako comenzó a subir vídeos a YouTube fue sencilla: quería compartir su amor por los videojuegos con el mundo. «Es un desperdicio si soy el único que lo disfruta», dijo. Su canal actualmente cuenta con más de 150.000 suscriptores, una clara señal de su impacto en la comunidad de jugadores.
La Abuela Gamer con un Mensaje que Resuena
Hamako no solo juega, sino que también inspira. Sus seguidores la aprecian no solo por su habilidad para jugar sino también por el espíritu y la esperanza que transmite. «Me siento muy feliz. Por eso quiero crear muchísimos vídeos. Ese es mi sueño», comparte.
Hamako ve los videojuegos como una fuente de juventud para su espíritu. «Después de vivir tanto tiempo, siento más que nunca que jugar durante tanto tiempo fue la elección correcta. Realmente estoy disfrutando de mi vida, es color de rosa».
La historia de Hamako Mori es más que la de una abuela que juega videojuegos; es una narrativa de pasión, perseverancia y romper con los estereotipos. A través de su ejemplo, nos muestra que los videojuegos son para todos, sin importar la edad. Su historia es un recordatorio poderoso de que nunca es tarde para perseguir lo que nos apasiona y compartir esa alegría con el mundo.
